Esta tortilla resulta muy jugosa. Tanto caliente y recién hecha como ya enfriada, está igual de buena. Se hace como la clásica tortilla de patata y es mejor en verano, que es temporada del calabacín.
Para esta tortilla prefiero el calabacín blanco, mientras es pequeño y tierno. Las patatas, de las nuevas. Y los huevos, grandes, mejor si son de gallina de corral.
INGREDIENTES:
3 patatas grandes
3 calabacines blancos
5 huevos
aceite de oliva
sal
un poco de leche
1. Pela las patatas y los calabacines. Córtalos a lajas.
2. Fríe patatas y calabacines en aceite poco caliente. Escurre.
3. Bate los huevos con sal a tu gusto y un poco de leche.
4. Añade las patatas y calabacines ya fritos y deja que se empapen bien en los huevos batidos.
5. Calienta un poco de aceite en una sartén para tortillas y vuelca la mezcla de huevos, patatas y calabacín. Extiende bien esta mezcla en la sartén.
TE EXPLICO: es frecuente que cada cocinero tenga su sartén predilecta para tortillas. Si no, esta debe ser ancha, plana y con unos 3 cms, como mínimo, de fondo, y lo más importante: que no se pegue.
6. Cuando veas que se va cuajando el fondo y bordes, dale la vuelta a la tortilla con ayuda de un plato, y deja que se acabe de cuajar.
7. Una vez hecha y dorada, vuélcala en el plato donde la vayas a servir.
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