Hago estas galletas de queso para tenerlas como aperitivo, tentempié o ponerlas como base de canapés. Resultan muy buenas untadas de distintos patés. También, cortadas algo más finas, para tomar salsas y pastas de aperitivo, dip, como la pasta de berenjena, de pimiento, de aceitunas o guacamole.
La masa tiene la ventaja de que se puede congelar en porciones. Luego no hay más que cortar las galletas y hornearlas.
Te doy las cantidades básicas. Para mayor cantidad de galletas, no tienes más que duplicarla o triplicarla. Es importante saber que el queso rallado debe tener una consistencia fina, como polvo. Y es preferible un queso de sabor fuerte.
INGREDIENTES para unas 40 galletas:
1/4 Kg de harina
100g de queso rallado en polvo
150g de mantequilla
1 huevo
2 cucharadas de leche
1 cucharadita (de las de café) de levadura
media cucharadita de nuez moscada molida
media cucharadita de cúrcuma
sal fina y pimienta blanca molida
1. Bate el huevo con la leche y la sal.
2. Ablanda la mantequilla y añádela. Vuelve a batir.
3. Agrega el queso y remueve para mezclar.
4. Salpica con las especias y remueve.
5. Incorpora la mitad de la harina con la levadura.
6. Continúa añadiendo harina, poco a poco, hasta que lo puedas trabajar con las manos.
7. Traslada la masa a la encimera enharinada y sigue amasando. Forma una bola. Deja reposar 15 minutos.
8. Separa la masa en dos. Con cada una, haciéndola rodar, haz un rulo de unos 3 cm de diámetro.
9. Envuelve cada uno en plástico de cocina. Mételos en el congelador durante 30 minutos.
10. Saca un rulo y deslía. Córtalo en rodajas como de 1/2 cm. Haz lo mismo con el otro.
11. Pon las rodajas en una bandeja de horno sobre papel parafinado, un poco separadas entre sí.
11. Pon las rodajas en una bandeja de horno sobre papel parafinado, un poco separadas entre sí.
Aguarda unos minutos a que se enfríen. Luego, pásalas a una cesta o una fuente. Puedes conservarlas durante unos días en un recipiente tapado.
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