Nació esta receta en mi cocina un día en que quería tomar algo dulce, algo fresco, algo de café. Se me ocurrió hacer unas natillas con sabor a café. Y al ponerme a ello, le fui añadiendo otros ingredientes, el cacao, el ron, y me salió esta crema tan aromatizada. Al probarla, lamenté no haberla inventado antes.
Es tan fácil que se hace en cuatro pasos. Y tan sencillos que no necesita fotos del proceso. Las cantidades son para una ración. Para más, solo hay que multiplicarlas.
INGREDIENTES:
1 vaso de leche, con o sin lactosa
1 sobre de café soluble
1 cucharada de cacao en polvo
la medida de un tapón de la botella, de ron
2 cucharadas rasas de azúcar de caña
1 cucharada rasa de harina de maíz
1 yema de huevo
1 trozo de corteza de limón
1. Echa todos los ingredientes en un cazo y disuélvelos en frío.
2. Ponlo a fuego medio. Calienta, sin dejar de remover, hasta que hierva y espese. Baja el fuego y mantenlo en hervor 1 minuto, removiéndolo suavemente.
3. Aparta y deja que se enfríe en el cazo. Remueve de vez en cuando para evitar que se forme nata.
4. Saca la corteza de limón y vierte la crema en un cuenco. Mételo en la nevera.
Te lo aseguro, si te gusta como a mí, ¡rebañarás!
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