Es uno de mis platos preferidos, como todos los que llevan bechamel. La receta es de casa de mi madre y la mejoro añadiendo otros alimentos, que la hacen más jugosa. Es un plato que preparo a veces cuando tengo que improvisar ya que es fácil tener en casa sus ingredientes y se hace rápido. Otras veces lo programo a propósito porque me gusta mucho. Tengo una versión de verano con hortalizas de temporada, que mostraré cuando lleguen los meses cálidos.
INGREDIENTES PARA DOS:
1kg de patatas
3/4 litro de leche
3 cucharadas colmadas de harina
2 lonchas de jamón de york
media cebolla grande
aceite, sal, pimienta blanca y nuez moscada
queso rallado
1. Corta las patatas en rodajas ni gruesas ni muy finas. Y la cebolla en aros.
2. Fríe patatas y cebolla en aceite poco caliente. Escurre y reserva.
3. Prepara la bechamel: calienta un poco de aceite y rehoga la harina. Ve añadiendo la leche poco a poco y removiendo.
TE EXPLICO: añade la leche suficiente para que quede una bechamel clara.
4. Mezcla las patatas y cebolla con la bechamel. Condimenta con sal, pimienta y nuez moscada.
5. Corta el jamón en tiras y trozos.
6. Echa la mitad de las patatas con bechamel en una fuente de horno e iguala la superficie. Pon el jamón encima.
7. Cubre con el resto de patatas.
8. Esparce por encima el queso rallado.
9. Gratina en el horno hasta que el queso se dore. Sirve caliente.
TE EXPLICO: si tienes función de horno de gratinador más ventilador, es mejor porque no pierde calor el plato.
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