Esta es una receta, muy sencilla, de pan que podemos hacer en casa. No lleva conservantes, por lo que se mantiene tierno un día o dos, lo mismo que el pan artesanal de las panaderías. Está bueno y además te da la satisfacción de que lo habrás hecho tú.
La única dificultad está en amasar bien, más que nada por el tiempo que requiere. Yo lo hago a mano porque me gusta. Se puede amasar también en un robot de cocina que disponga de esa función.
Para unos 8 panecillos necesitamos:
1/4 kg de harina de trigo
Medio vaso de leche tibia (vaso de los de agua)
50g de mantequilla
10g de levadura fresca
un poquito de sal fina
1 huevo
Vamos a prepararlo:
La mantequilla debe estar blanda. Así que la voy a meter unos segundos en el microondas dentro de un vaso. Cuando veo que empieza a derretirse, lo saco, antes de que se derrita por completo.
En un cuenco pongo la harina, formando un montón. Le hago un hueco en la cúspide, como si fuera el cráter de un volcán. Echo ahí la leche, que estará tibia, la levadura desmenuzada, la mantequilla y un pellizquito de sal. La leche hay que añadirla poco a poco para que no se derrame. Lo que hago es que empiezo a mezclar en el centro y voy añadiendo la leche.
Empiezo a amasar en el mismo cuenco. Cuando no se me pega ya en las manos, lo paso a una superficie lisa. Es bueno hacerlo sobre mármol porque no se pega.
El movimiento de amasar consiste en extender la masa con las palmas de las manos, doblarla sobre sí misma, volver a extender y volver a doblar. Esto se repite de manera rápida y poco refinada, no se trata de extender como si se fuera a cortar, ni doblar perfectamente. De vez en cuando hacer una bola y golpearla varias veces sobre el mármol, dándole vueltas. Sé que esto no es fácil de entender leyendo. Antes que masa, yo aprendí a amasar barro para modelar. El movimiento es muy similar.
El amasado puede durar unos 20 minutos. Sabes que ya está, cuando no se agrieta ni se separa. Hacemos entonces una bola. Lo ponemos en otro cuenco y lo cubrimos con un paño. Lo vamos a dejar reposar durante 2 horas para que fermente. Es mejor que esté en un sitio cálido.
Pasado el tiempo de fermentación, vemos que ha casi doblado su tamaño.
Tomamos una porción de la masa, con la que hacemos una bola de unos 6 o 7cm de diámetro, más o menos, según el tamaño que queramos dar a los bollitos. Luego en el horno van aumentar. La presionamos un poco con la mano sobre el mármol para aplanar la base del panecillo. Tras hacerlos todos, los colocamos sobre una fuente y los dejamos reposar ahora 20 minutos.
Luego, los pintamos uno a uno con huevo batido y los disponemos ya sobre la bandeja de horno, separados unos de otros.
El horno ya debe estar caliente a 200ºC, con calor por arriba y por abajo, pero sin turbo en los hornos que lo tengan. Estarán en el horno de 20 a 30 minutos. Para el tamaño de panecillo que ha dado aquí, con 20 minutos están hechos.
Y ya solo queda abrirlos y untarlos con lo que gustes.
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