Como la fábrica lleva unos días cerrada, ¿por qué no meternos en la cocina? Y qué mejor que hacer unas magdalenas para merendar. Recetas de magdalenas tengo varias y hacía tiempo que quería probar el sustituir la mantequilla por aceite de oliva.
Estas que hago para la receta están muy buenas. Con las cantidades que doy, sale una docena y media de magdalenas.
Necesitamos:
4 huevos
Medio vaso de aceite de oliva virgen de baja acidez
1 vaso de azúcar y un poco más para espolvorear
1 vaso de harina
1 sobre de levadura
1 limón
Vamos a elaborarlas:
El primer paso es exprimir el limón. Dejamos el zumo en reserva. De la corteza cortamos unos trozos y les quitamos el resto de pellejos que pueda tener y la parte blanca interior de la corteza.
Ponemos el aceite a calentar en un perolito con los trozos de cortezas de limón que hemos preparado, a fuego medio. Cuando empiecen a dorarse por los bordes, apagamos el fuego y dejamos enfríar.
En un cuenco de cristal batimos los huevos. Le añadimos el aceite, sin las cortezas, una vez que se haya enfriado, y continuamos batiendo.
Añadimos el azúcar y el zumo de limón colado. Seguimos batiendo.
Por último, agregamos la harina con la levadura. La harina la dejamos caer sobre la masa como en lluvia o tamizándola. Removemos para mezclar, pero ya sin batir.
Disponemos los moldes de papel rizado en una fuente de horno para magdalenas, con cuidado de no llenarlos hasta arriba. Los moldes de magdalenas, como los de bizcochos nunca se llenan más de unas tres cuartas partes ya que en el horno la masa sube.
Así como está, lo cubrimos con un paño y dejamos reposar 30 minutos. Lo mismo hacemos con la masa que queda en el cuenco: la tapamos y la dejamos reposar.
Diez minutos antes de concluir el tiempo de reposo encendemos el horno a 180ºC.
Espolvoreamos un poco de azúcar sobre cada porción de masa cruda de magdalenas. Metemos la bandeja en el centro del horno y horneamos durante 20 minutos.
Esperamos a que se enfríen y ya las tenemos listas para merendar.
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