Cocina: Canelones de espinacas y gambas



Un plato clásico y fácil de preparar. Mucho más bueno hecho en casa donde puedes darle tu toque especial. Permite prepararlo de antemano y gratinarlo cuando lo vayas a comer. También lo puedes preparar y congelar, luego no tienes más que sacarlo del congelador y meterlo en el horno o en microondas.

Para 2 raciones necesitamos:

6 placas de canelones, o más, si quieres
500g de espinacas naturales o congeladas
50g de colitas de gambas peladas
50g de jamón serrano muy picado
3 cucharadas soperas colmadas de harina
3/4 de litro de leche
aceite
1 cucharada colmada de queso rallado
sal, pimienta blanca, nuez moscada


Vamos a prepararlos:

Ponemos a calentar en una cacerola agua con una cucharada de sal. Al romper a hervir, bajamos un poco el fuego y vamos echando las placas de pasta de una en una. Cuando estén todas, subimos el fuego para que el agua hierva de nuevo. Las placas no deben unirse entre sí y es menos probable en el agua hirviente que caliente.

El tiempo de cocción de las placas lo da el fabricante. Deben estar al dente. Las sacamos y ponemos a secar sobre una bandeja, separadas unas de otras.

En el agua que queda en la cacerola sumergimos unos minutos las colitas de gambas. Luego las pelamos y reservamos.

Mientras la pasta se hace podemos ir cociendo las espinacas. Las lavamos si son naturales, ya que pueden traer tierra adherida y troceamos las hojas. Luego las cocemos en agua durante 20 minutos. El tiempo cuenta desde que empiezan a hervir.

Una vez cocidas las espinacas, las ponemos en un colador, estrujando para que suelten todo el líquido. Este caldo de cocción podemos reservarlo para preparar una sopa.

Ponemos aceite a calentar y rehogamos las espinacas. Añadimos sal y pimienta blanca al gusto. Dejamos a fuego lento para que pierdan todo el líquido que aún suelten.

Entretanto vamos a preparar la bechamel. En una sartén al fuego con un poco de aceite echamos la harina y la freímos un poco. Al unirse al aceite se hace como una masa líquida. Poco a poco le echamos la leche, sin parar de remover. No te asustes si se hace un gran grumo al principio, luego al añadir más leche, se deshace. Eso sí, no se puede parar de remover. La bechamel debe quedar clara pero consistente. Con la proporción que he dado, sale así. Le podemos añadir más leche si resultara algo espesa. La condimentamos con sal, pimienta blanca molida y nuez moscada molida.

Tenemos las espinacas a fuego mínimo y las mezclamos con las colitas de gambas partidas a daditos y con el jamón picado. Lo apartamos ya.

Cubrimos el fondo de una fuente de horno con bechamel. La fuente debe tener tamaño para que entren justos los canelones.

Ponemos un canelón sobre un plato y lo rellenamos con las espinacas, con el relleno en el centro. Lo enrollamos. Hacemos lo mismo con todos. Los disponemos en la fuente, uno junto al otro. Los cubrimos con el resto de la bechamel y espolvoreamos con queso rallado por encima.

Ya solo nos queda gratinarlo en el horno. 

  

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