Cocina: Cuajado de la huerta

Se podría describir este plato como una tortilla a la mitad. Al leer la explicación de la receta entenderás el porqué. 

Es un cuajado de huevos, al que podemos añadir los ingredientes que queramos. En esta ocasión lo he hecho utilizando sobre todo hortalizas de temporada de verano, directamente del huerto a la cocina.

Para 4 raciones necesitaremos:

6 huevos grandes

2 cucharadas de leche

1 berenjena

1 o 2 calabacines tiernos

2 patatas medianas

1 cebolla

1 pimiento verde

1 pimiento rojo

1 tomate grande

sal y pimienta molida

aceite de oliva

perejil fresco, picado

Puedes hacerlo con todos estos ingredientes o con menos. El perejil lo puedes sustituir por cilantro o cebollino.

Ahora vamos a prepararlo:

Comenzamos pelando y partiendo las hortalizas. Conviene cortarlas en pedazos finos, pero no demasiado pequeños. En la foto puedes ver cómo van.

Las patatas (arriba, a la izquierda) las hemos cortado a tiritas finas y cortas, como patatas paja, porque no las vamos a freír, sino a sofreír y rehogar, y con ese corte se hacen antes.

Los pimientos podemos utilizarlos crudos o asados. No es necesario asarlos para esta receta, que requiriría empezar con más tiempo, pero sí podemos utilizar los que tengamos asados de otra preparación. Y es lo que voy a hacer, voy a aprovechar un pimiento rojo que ya tenía asado. En la foto ves solo el pimiento verde crudo.

La cebolla va cortada en juliana no muy fina.

El tomate, sin piel y limpio de semillas, cortado a trozos, como ves.

Los calabacines, limpios de pepitas, los he cortado primero a rodajas finas y luego estás a pedazos más o menos triangulares.

Y con la berenjena sin piel, lo mismo que con los calabacines.

Ponemos ahora la medida de aceite en una sartén y sofreímos primero los calabacines, a fuego bajo. Unos minutos después, que vemos que empiezan a ablandarse, añadimos las berenjenas y seguimos removiendo para que se hagan. Una vez tierno todo, no demasiado blando, lo sacamos con una espumadera y lo reservamos. 

En la misma sartén, hacemos la cebolla y el pimiento crudo. Los sacamos antes de que empiecen a dorarse y los reservamos junto a berenjena y calabacines.

Echamos entonces en la sartén las patatas y bajamos el fuego al mínimo. Añadimos un poco de aceite si fuera necesario. Dejamos que se vayan haciendo al calor. Se pegarán entre ellas, formando como unas bolas. No pasa nada. Lo que no deben pegarse es al fondo de la sartén.

Ya que vemos tiernas las patatas, añadimos todo lo que teníamos en reserva más el tomate crudo y el pimiento asado, cortado a tiras. Subimos el fuego y removemos todo junto durante no más de 1 minuto. El tomate no debe freírse. Lo condimentamos con sal y pimienta y apartamos la sartén del fuego.

Aparte, batimos en un cuenco grande los huevos con la leche y un poco de sal. Los batimos bien, que estén espumosos.

Mezclamos unas tres cuartas partes de las hortalizas con los huevos batidos. El resto lo reservamos.

Cubrimos el fondo de una sartén honda con aceite y la ponemos al fuego. La volteamos hacia los lados para que el aceite impregne los costados interiores. Volcamos dentro la mezcla de huevos y hortalizas. Lo extendemos por igual con la espumadera dentro de la sartén y bajamos el fuego.

Cuando empiece a cuajar por los bordes, repartimos por encima las hortalizas que nos quedaban y lo salpicamos con el perejil picado. Lo tapamos parcialmente y dejamos que vaya cuajando a fuego lento.

Debe quedar así como lo ves en la foto, como una tortilla a la que no damos la vuelta, sino que se dora solo por un lado. Una tortilla a medias donde el relleno queda a la vista, cuajado, jugoso y muy apetecible.