El domingo pasado realicé una interesante visita a la Peña Gastronómica y Vinícola "El Berrueco". Degusté un menú árabe que consistía en:
ENTRANTES
Borekas de cordero
Byessar
Kefta de pescado
PLATO PRINCIPAL
Tajin de ave con couscus
POSTRE
Baklava con dátiles y almendras
Pero tal vez quieras saber cómo es eso de la Peña Gastronómica. Te cuento:
El Berrueco es un poblado que se encuentra entre Chiclana y Medina Sidonia, a cuyo municipio pertenece, en la comarca de La Janda de la provincia gaditana. En una de las casas dos amigas cocineras, Amalia Quero y Mari Carmen Díaz Cerviño, llevan esta Peña Gastronómica, a la que se puede pertenecer sin más requisito que el gusto por la cocina y la buena mesa.
Preparan menús especiales, uniendo el
arte culinario y la cultura en jornadas gastronómicas y vinícolas.
También organizan talleres con cocina en vivo y degustación. A ellas dos las conocí hace un año en una presentación de mis productos y como me pareció interesante lo que hacen, llevaba tiempo queriendo degustar alguno de sus menús. Y por fin llegó ese día.
Como el trayecto resultó mas corto y fácil de lo que había supuesto, llegué al pueblo un poco antes de lo previsto y aproveché para dar un paseo y tomar algunas fotos. Me llamó la atención este sitio que ves, una antigua venta ahora en desuso. Me preguntaba qué buenos platos habrían servido ahí y me pareció leer en una de sus fachadas el nombre que tenía, como "Venta de las Águilas".
Como el trayecto resultó mas corto y fácil de lo que había supuesto, llegué al pueblo un poco antes de lo previsto y aproveché para dar un paseo y tomar algunas fotos. Me llamó la atención este sitio que ves, una antigua venta ahora en desuso. Me preguntaba qué buenos platos habrían servido ahí y me pareció leer en una de sus fachadas el nombre que tenía, como "Venta de las Águilas".
Cerca de la salida en dirección a Chiclana encontré una senda del Corredor Verde Dos Bahías, de la que tenía noticia. Me prometí regresar algún día con tiempo para recorrerla pues, tras cruzar y bordear algunos arroyos, lleva a una antigua cantera donde es posible hallar fósiles.
De vuelta al camino me dirigí ya hacia la Peña Gastronómica donde me esperaban.
Al llegar me recibió el perrito de Mari Carmen, muy simpático, que después de olerme los bajos de los pantalones, me concedió el visado de entrada. Antes de acceder al interior me entretuve fijándome en detalles acogedores, como ese macetón donde conviven varias plantas, que me llamó la atención por su colorido, junto a los butacones de fibras naturales para tomar una copa, leer o charlar en buena compañía.
Amalia me salió al encuentro y con su saludo afable me invitó a entrar. Lo primero que encontré fue un comedor muy luminoso y que, como verás, tiene solo cinco mesas. Y es que no sirven comidas como si se tratara de un restaurante.
Es algo mucho mejor, pues es como si fueras a comer a casa de unas amigas, que se van a esmerar en que te sientas muy a gusto. Por eso si vas, antes tienes que avisar para que cuando llegues encuentres la comida dispuesta.
Es un lugar de reunión más íntimo, donde tomar un aperitivo, por ejemplo, unas cervezas artesanales, que las tenemos muy buenas en esta provincia, un café tras la comida, o un té cuando se tercia.
Por una escalerita subimos a una entreplanta donde tienen dispuesto un salón con una mesa de billar y una colección de enseres antiguos, que si quieres llevarte un recuerdo, los puedes comprar. Al bajar conocí a Mari Carmen, que andaba entretenida en la cocina. Mientras acababan de preparar la comida, estuve curioseando por aquí y por allá.
Y ya que nos hemos situado, estarás esperando que te hable del menú. Cada fin de semana organizan un menú especial y el de esa semana era de cocina árabe. Lo cocinan ellas mismas, conocen las recetas porque han viajado por muchos países y según me cuentan, lo preparan con frecuencia en su cocina doméstica.
Sobre la mesa una cesta de pan casero.
ENTRANTES: BYESSAR, BOREKAS DE CORDERO Y KEFTA DE PESCADO
Comencé con el Byessar. Es similar al humus, pero en vez de garbanzos, el ingrediente principal que lleva es habas tiernas. Al contrario que el humus, el byessar se toma caliente o templado y es más líquido. Era una cremita suave, que entraba a la perfección.
Las Borekas de Cordero son empanadillas hechas en horno. Según el país se pueden presentar también como empanada. La había preparado Amalia y me contó un poquito de su secreto: la masa se hace con aceite de maíz y le añade un poco de vino. El relleno es carne de cordero picada con especias, entre las que, según me dijo, domina el comino, pero la dosificación estaba tan bien hecha, que su sabor no sobresalía de los demás.
Las Keftas de Pescado se hacen formando porciones de una pasta de pescado, condimentada con especias y ligada con huevo, como las albóndigas, y luego fritas. También pueden ser de carne. De sabor estaban muy buenas y de textura, por ser de pescado, más ligeras que si hubieran sido de carne.
PLATO PRINCIPAL: TAJIN DE AVE CON CUSCÚS
El tajín es un recipiente de barro esmaltado, que se cubre con una tapadera cónica del mismo material. Y tajín se llama también el guiso que se cocina en este recipiente, tanto si se usa la tapadera como si no.
El Tajín puede ser de pollo o de cordero, o de pescado, o de verdura, pero siempre con pasas, ciruelas pasas, almendras y especias. El ras-al-hanout, que es una mezcla de especias y hierbas. Incluye pimienta negra, comino, cardamomo, nuez moscada, canela, pimentón, jenjibre, cúrcuma y otras.
El guiso va acompañado de couscus o de arroz pilaf. En este caso el Tajín de Pollo lo sirvieron con couscus. Mezclado con el guiso de pollo, su aderezo y el jugo resulta muy sabroso. Es un plato buenísimo y muy completo.
POSTRE: BAKLAVA CON DÁTILES Y ALMENDRAS
La Baklava es un dulce compuesto de masa de hojaldre, que se va alternando con capas de una pasta fina hecha con almendras, avellanas y dátiles. Una vez horneado, se baña con un almíbar de miel.
Tenía un aspecto tan apetecible que empecé a comerlo antes de hacerle la foto.
Según la región, la baklava se prepara de distintas formas.
En la sobremesa, mientras bebía té, pasé un rato muy agradable charlando con Amalia y Mari Carmen sobre cocina, sobre sus proyectos y los talleres gastronómicos que organizan y, cómo no, también sobre mermeladas.
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