¿Es este caldo un producto natural? Mira bien la etiqueta

Como consumidores y productores valoramos más los productos naturales, hay marcas que pretenden vender sus productos como naturales. ¿Pero, lo son? 

¿Qué se entiende por producto natural? 

Genéricamente es el que está elaborado solo con ingredientes naturales. Sin embargo para el consumidor un producto ofrecido como natural basándose solo en eso, puede resultar engañoso y no debería estar permitido porque utiliza el mismo concepto que el consumidor entiende por natural para calificar como "natural" un producto que por las leyes de consumo no incluye ingredientes de síntesis o aditivos (las típicas E-) y por tanto consideraran como naturales. No debería estar permitido incluir este calificativo en la etiqueta principal a menos que ambos conceptos de "100% natural" coincidan, ya que el mensaje de la etiqueta principal se dirige directamente al consumidor y le lleva a engaño.

Aquí traigo un ejemplo muy claro. Un caldo en pastillas de la marca AVECREM. Como puedes ver en la foto, en el frontal de su etiqueta, la parte principal, la que se muestra a la vista primero y se dirige al consumidor, nos presentan este caldo de pollo como 100% natural.

El caldo en pastillas es un producto deshidratado, que ya por eso mismo no es natural, pero puede estar preparado con ingredientes naturales. Y verás que eso lo anuncia también la etiqueta principal, que remarca "ingredientes naturales" sobre una foto donde vemos pollo y hortalizas, y añade que está hecho con "aceite de oliva virgen extra". A la vista de esta etiqueta, ¿qué entiende el consumidor? Pues entiende que al hidratar las pastillas de este caldo en agua, lo que va a obtener es un caldo de pollo totalmente casero, igual al tradicional, con la ventaja de que es más barato y rápido de preparar.

Nos vamos ahora a la letra pequeña, a lo que no se ve a primera vista y que sin embargo es importante mirar: los ingredientes. Y leo con lo que está hecho este caldo de pollo que nos presentan como natural.

Ingredientes: Sal, almidón de maíz, lactosa, extracto de levadura, aceite de oliva virgen extra 3%, carne de pollo de corral 2,5%, cebolla 2%, zanahoria 0,5%, hortalizas en proporción variable 0,4% (perejil, apio, pimiento, puerro, tomate), aroma natural de pollo (con huevo), especias.

Según se ve y lo puedes comprobar en la foto, de los ingredientes que llevaría un caldo de pollo natural casero, este llevaría solo un 8,4%, más sal y especias, que queda muy lejos de alcanzar un 100% natural. Del hermoso pollo que vemos en la foto de la etiqueta, nos dice que lleva solo un 2,5%, una cantidad mínima, de zanahorias, un 0,5% y si de hortalizas varias nos dice que lleva un 0,4%, se deduce que de alguna de ellas puede que no añadan ni una centésima parte a los ingredientes. 

Ni mucho menos este caldo es como los que se hacen en casa con ingredientes de verdad naturales porque a los nuestros no les añadimos ni almidón de maíz, ni lactosa, ni extracto de levadura, ni aroma natural de pollo con, ni sin huevo. Y esos que no incorporamos, aquí sin embargo constituyen alrededor del 90% del producto. Según la normativa estos últimos son ingredientes naturales, pero no lo son en un caldo de pollo tal como en gastronomía natural se entiende. Y por si esto fuera poco, en la lista de ingredientes nos avisan de que este caldo de pollo 100% natural "puede contener trazas de trigo de soja, leche, pescado y crustáceos". ¡Toma ya! 

Aunque se trate de una marca muy conocida y antigua, que nos proporcione credibilidad y confianza, no por eso podemos fiarnos. No debemos nunca de dejar de leer cuáles son los ingredientes. En los de este caldo verás que algunos aparecen en negrita. Esto no es porque sean más importantes, ni vayan en mayor cantidad. Van remarcados porque son alérgenos. Lo mismo sucede con lo de las "trazas", que habrás visto también en otros productos y te habrá sorprendido. Si son también alérgenos, como en este caso, avisar en la etiqueta de la hipotética presencia de estos ingredientes en otro producto, es algo que sirve a los fabricantes para eludir la responsabilidad en caso de producir daño a un consumidor alérgico.