Te presento aquí un plato sencillísimo, pensado para quien llega del trabajo con poco tiempo para meterse en la cocina. Muy a propósito también para esos días en que se te queda la mente en blanco a la hora de pensar ¿qué hago hoy de comer?
No te cuento más. Vamos a prepararlo y verás cómo te gusta.
Te doy las cantidades para dos personas.
Necesitamos:
Unos 3/4 de litro de puré de patatas
1/4 kg de carne picada (cerdo, ternera, pavo, como prefieras)
media cebolla mediana
2 cucharadas de salsa de tomate (mejor si es casera)
100g de queso rallado
1 huevo crudo
una cucharada de leche
aceite para sofreír
sal, pimienta, nuez moscada y albahaca fresca o hierbabuena
Vamos a prepararlo:
Picamos finita la cebolla. Ponemos un poco de aceite a calentar en una sartén y sofreímos la cebolla a fuego lento. Antes de que se dore, añadimos la carne picada y la movemos y separamos con la espátula para que suelte su jugo y se vaya haciendo. Una vez hecha y suelta, la apartamos del fuego. Le añadimos la salsa de tomate y la condimentamos con sal, pimienta molida y la albahaca o hierbabuena picada. La dejamos en la misma sartén tapada.
Según el tiempo disponible, podemos hacer el puré natural, cociendo previamente las patatas, aplastándolas y mezclándolas con leche y mantequilla, o prepararlo con puré en copos.
Para el puré natural, las patatas lavadas y peladas, las troceo para que se cuezan antes. Si es patata nueva, con 20 minutos de cocción es suficiente. Es importante recordar que este puré se hace con un pasapuré, o con un aplastapatatas, o incluso con un tenedor. Nunca con la batidora.
Si es puré en copos, lo hago con mantequilla y leche, no con agua, aunque el fabricante lo venda con leche en polvo incluida. De una manera o de otra el puré debe quedar espesito, pero no demasiado. Le damos sabor con un poco de sal y un poquito de nuez moscada molida.
Lo que vamos a hacer ahora es encender el gratinador del horno, que necesita un tiempo para calentarse.
Con el puré caliente llenamos la fuente de horno que vayamos a utilizar, no hasta el borde. Es preferible que no tenga mucho fondo. Esparcimos el queso rallado por encima del puré, así como ves en la foto.
Lo vamos cubriendo con la carne, de forma que quede extendida.
Por último batimos el huevo con algo de leche y lo echamos por encima.
¡Y al horno! Como estará caliente, bastará unos 5 minutos para gratinarse y dorarse. Al cuajarse el huevo cohesiona la carne y queda una costra crujiente sobre el puré, que ya lleva el queso rallado fundido. Puedes ponerle el queso que quieras. La mozzarella funde muy bien, pero tiene poco sabor. Yo te recomiendo parmesano o emmenthal.
¡Y ahora, a comer este plato tan sencillo y bueno!
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