Siempre había guisado
las costillas de cerdo con patatas o con arroz y un día se me ocurrió hacerlas
con fideos.
Deben ser fideos
gordos, de calibre 4 o 5.
Este plato es fácil de preparar y cunde mucho.
Para 4 personas
necesitaremos:
500g de costillas de
cerdo carnosas
400g de fideos
100g de guisantes
desgranados (pueden ser congelados)
2 tomates
1 cebolla
1 pimiento
2 dientes de ajo
1 vasito de vino fino de Jerez
un poco de colorante alimentario amarillo
1 vasito de vino fino de Jerez
un poco de colorante alimentario amarillo
Aceite, sal, pimienta
y agua
Vamos a prepararlo:
Las costillas
necesitan más cocción que los fideos, así que las hacemos antes. Las vamos a
cocer en la olla exprés. Primero las doramos en la misma olla con un poco de
aceite. Luego añadimos agua, 1 litro y medio. En la cocción perderá algo de
agua, pero no importa que sobre porque la vamos a utilizar después. Cerramos la
olla y contamos 20 minutos desde que empieza a salir el vapor, con la pesa
puesta. El tiempo es para una olla exprés tradicional.
Mientras tanto vamos
a preparar un sofrito con los tomates, cebolla, pimiento y ajo, todo troceado
pequeño. Lo hacemos en una cazuela amplia. Echamos primero la cebolla y el pimiento y
luego los tomates y ajos. Una vez hecho, lo apartamos.
Cuando termine la
olla y podamos abrirla, sacamos las costillas y reservamos el caldo de cocción.
Separamos la carne de los huesos y la partimos a trozos pequeños.
Ahora volvemos a
poner la cazuela del sofrito al fuego y añadimos los guisantes, la carne y
caldo de la cocción. Este caldo lleva todo el jugo que ha soltado la carne, por
eso lo utilizamos para el guiso. Lo condimentamos a nuestro gusto con sal y
pimienta y lo mantenemos a fuego medio durante 10 minutos. Todo hasta este
punto lo podemos hacer de antemano y dejarlo preparado solo para echarle los
fideos.
Si lo vamos a hacer
sobre la marcha, esparcimos los fideos en lluvia sobre el guiso. Removemos y
añadimos el vino y el colorante. El tiempo de cocción de los fideos suele ser unos 10 minutos.
De todas formas, atendemos lo que nos indica el fabricante para que estén al
dente.
Añadimos más caldo de
la carne durante la cocción si lo necesita. Y si se nos hubiera terminado el
caldo, le añadiremos agua caliente, pero teniendo en cuenta que no debe quedar caldoso. Poco antes de terminar la cocción, lo vamos a probar por si
hubiera que rectificar de sal. Cuando estén en su punto y el caldo se haya consumido, lo apartamos.
Y ya está hecho el
guiso. Muy fácil, ¿verdad?
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