Este artículo y los siguientes sobre las flores de los frutales van dirigidos a cualquier persona aficionada a la horticultura y jardinería, que quiera aprender a reconocer las plantas, en este caso, por sus flores. Por eso el lenguaje será coloquial, sin utilizar apenas el lenguaje botánico.
El cerezo y el ciruelo pertenecen al mismo género, Prunus, dentro de la familia de las Rosáceas, que incluye numerosas especies.
Sus flores tienen cinco sépalos de color verde claro en el cáliz, cinco pétalos blancos en la corola y muchos estambres y pistilos.
Ambos árboles florecen al principio de la primavera y sus ramas se llenan de flores blancas antes de que aparezcan las hojas. Si quieres saber entonces cuál es cerezo y cuál es ciruelo, aquí te voy a mostrar dos detalles que se pueden apreciar a simple vista, por los que los identificarás enseguida.
En esta foto de arriba ves ramas floridas de cerezo.
Y en esta otra foto son flores de ciruelo.
La primera diferencia está en el tronco y las ramas. En el cerezo tienen la corteza lisa, con unas marcas como anillos, y es de color granate oscuro.
La otra diferencia está en el cáliz de la flor. En los dos árboles es de color verde claro, pero en el cerezo termina en forma de copita. Podrás verlo mejor en la foto de abajo de flores de cerezo. Y también puedes apreciar mejor la textura y color de las ramas, muy diferentes a la del tronco que ves en la foto del ciruelo.
Si los ves en flor en el campo o en un vivero podrás distinguirlos por estos dos detalles. Pero si vas a comprarlos, no lo hagas durante la floración. Espera a que tengan hojas y el fruto haya empezado a formarse. Y si puedes esperar un poco más, lo ideal es trasplantarlos durante el invierno, antes de que empiecen a florecer.
Todas las imágenes que ves aquí son de árboles nuestros en Cañá de Arriero. Las fotografías son originales, no están copiadas de otras páginas de internet.
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