Esta ensalada es propia de inicios de otoño porque lleva granada y jalea de membrillo.
Puedes utilizar el tipo de lechuga o de hojas que quieras. En esta ocasión le he puesto una mezcla de varias lechugas para hacer la ensalada más decorativa.
Debes servirla en una fuente plana y no en una ensaladera. Mejor si es redonda. Y te recomiendo que el queso vaya en el centro con idea de que esté en contacto con la jalea.
Necesitarás:
Hojas troceadas de distintas lechugas
Puntas de espárragos blancos
1 o 2 huevos duros
Queso fresco
Jalea de membrillo
Granos rojos de granada
Aceite de oliva
Sal
Para montar el plato:
Lava las lechugas y escúrrelas muy bien. Extiénde las hojas sobre la fuente de servir.
Inserta las puntas de espárrago por en medio de la lechuga en corona.
Pela y parte los huevos duros a gajos y disponlos en el centro, dejando un hueco en medio.
En ese hueco pon el queso fresco escurrido y cortado a dados.
Sobre el queso echa la jalea de membrillo. Una o dos cucharadas, según sea la cantidad de ensalada. Ten en cuenta que le aportará un sabor dulce.
Salpica la ensalada con los granos de granada y con sal a tu gusto.
Riégala por encima con aceite de oliva.
Sirve la ensalada sin removerla.
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