Avispas y avisperos





A final de la primavera las colonias de avispas empiezan a construir sus avisperos. Prefieren los aleros de los tejados, los huecos de ventanas y puertas, bajo las cornisas, rincones y también entre ramas de árboles y macetas, cerca de algún lugar donde haya agua.

Los avisperos son celdillas donde crecen sus larvas. Empiezan construyendo una y alrededor van formando más y más, hasta que el avispero alcanza un tamaño considerable si no se elimina a tiempo. Son peligrosos porque están plagados de avispas, que para defenderlo nos van a atacar si nos acercamos demasiado.

En la siguiente foto podéis ver un avispero aún pequeño, que están formando junto al marco de una ventana. Mientras tienen ese tamaño e incluso algo mayores, se pueden destruir proyectando sobre ellos un chorro de agua a presión, con una manguera, por ejemplo.




En esta otra foto, como también en la de presentación, el avispero, que es de mayor tamaño, está entre las ramas de una planta. Es más peligroso porque a primera vista no se ve y si metemos las manos para regar o para arreglar la planta, las avispas nos picarán.




Dicen que las avispas no pican si no las molestamos. Y es cierto. Como a muchas personas antes me asustaba si se me acercaba una avispa. Ahora puedo tener a varias volando a mi alrededor y estoy tranquila. Ellas están a lo suyo y yo a lo mío. No nos molestamos mutuamente. Lo que sí puede pasar es que la avispa entienda que la molesto o que se choque conmigo. En esos casos es muy probable que me clave su aguijón. Pero no es lo habitual. En ocho años solo he sufrido una picadura.

Como precaución debemos evitar los lugares donde puede haber una concentración de avispas, como los avisperos, de los que ya he hablado, y las superficies donde haya agua lisa y poco profunda, como los escalones y bordes de las piscinas o los charcos que quedan después de regar.

Tal vez hayamos oído que los mosquitos se sienten atraídos por el color amarillo. Lo mismo se dice que las avispas se acercan con preferencia a personas que vistan ropa de colores vivos o lleven perfumes florales. 

Si no te gusta que una avispa revolotee a tu alrededor, apártate despacio. No hagas aspavientos ni intentes matarla. Si lo haces estarás consiguiendo casi todas las papeletas para que te dé un picotazo.

Para las picaduras hay pomadas específicas de corticoides y antialérgenos. Conviene tener una de estas a mano si estás en el campo. Si no tienes, puedes aplicarte medio limón o vinagre durante un rato. Pero antes, comprueba que no está el aguijón. Al contrario que las abejas, no lo dejan clavado, pero según haya sido el encuentro con la avispa, se puede haber quedado enganchado. La reacción normal a la picadura es picor, enrojecimiento, dolor e hinchazón extendido en la zona. Si notas mareos o dificultad para respirar o empiezas a sentirte mal, acude cuanto antes a un centro de salud porque puede que seas alérgico al veneno y no lo sepas.

Y por último, si vas paseando por el campo, te pica una o varias avispas y no tienes ningún remedio para neutralizar el veneno y calmar el dolor, haz un emplasto mezclando tierra con tu orina y aplícalo sobre las picaduras. Es un remedio muy antiguo, aunque parezca una porquería. Ya tendrás tiempo de lavarte cuando llegues a donde puedan atenderte.      

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