Cocina del huerto: Aprovechar las patatas

Ya tenemos la cosecha de patatas para el gasto doméstico. Ahora hay que entretenerse separando las grandes de las pequeñas, muy a propósito para hacer al horno, de las muy pequeñas, que servirán como simiente.

Después, llenar algunas bolsas con grandes y pequeñas para que las pruebe la familia. Tan nuevas se pelan casi frotándolas con las manos. Fritas o cocidas, en seguida se ponen tiernas.

Al sacarlas de la tierra, algunas patatas resultan dañadas por el filo de la azoleta. Con cortes y golpes, como esas que veis en la foto.





A pesar de su mal aspecto, se pueden comer como las demás, pero hay que hacerlo muy pronto ya que por esa herida que tienen se estropean rápido. 

Si hay mayor cantidad de la que se consume en un día, una opción para aprovecharlas es lavarlas, eso siempre, pelarlas, quitarles la parte dañada, cortar el resto a trozos y congelarlos. Luego, con ellos se puede hacer una crema cuando se quiera.

Se pueden también cocer, por ejemplo, con espinacas y congelar la mezcla reducida a puré. Resulta práctico si se separa en porciones, según los comensales que haya en la familia.

Otra posibilidad es hacer un puré espeso, condimentarlo, mezclar con queso rallado y formar bolitas. Rebozadas con huevo y pan rallado, se congelan separadas, dispuestas sobre una bandeja. Una vez que estén duras, se pasan a una bolsa de congelación, de donde se puede sacar la cantidad que se quiera y freírlas directamente en aceite caliente.   

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