La mermelada de tomate combina muy bien con todo tipo de queso.
En esta receta va con un quesito camembert, que mezclamos con otros ingredientes.
Si la sirves como un aperitivo, sorprenderá por su originalidad.
La receta es muy sencilla y se puede hacer con cualquier otro queso de pasta blanda.
Necesitamos:
1 quesito camembert redondo (en porciones, no se puede)
2 cucharadas de dos o tres variedades de finas hierbas, las que más te gusten
1 diente de ajo
1 cucharada de aceite de oliva
Mermelada de tomate
Vamos a prepararlo:
Disponemos el quesito sobre una tabla y con un cuchillo afilado le cortamos la parte superior de la corteza. Hay que dar el corte en horizontal y muy cerca de la superficie, de forma que solo le quitemos la corteza. En la foto se puede ver cómo está el quesito ya sin esa corteza.
Lo dejamos un rato a temperatura ambiente. Para el siguiente paso nos interesa que esté blando por dentro. Si no consigues que se ablande, no te preocupes porque lo puedes hacer también, solo que es mas fácil si está blando.
Con cuidado, para que no se rompa la corteza de los bordes, lo vaciamos con una cucharita. La pasta del queso la echamos en un cuenco, le añadimos el aceite y la batimos un poco con una cuchara. La corteza hueca la conservamos entera. La superior que le quitamos antes, no la vamos a necesitar.
Añadimos a la pasta de queso las finas hierbas picadas y el ajo pelado y muy picadito. Para eso podemos usar un prensaajos o hacerlo a mano si conseguimos dejarlo muy finito. Y lo mezclamos muy bien con el queso. No es necesario añadir sal, pero si se quiere, se le puede dar un pequeño toque picante con un poquitín de pimienta molida.
Echamos una buena cucharada de esta pasta dentro de la corteza del quesito y la extendemos. La cubrimos con una capa ligera de mermelada de tomate. Luego echamos otra cucharada de pasta de queso y así lo rellenamos del todo.
Alisamos la parte superior y la cubrimos con una capa de mermelada de tomate. Para que la mermelada no te rebose al llevarla hacia los bordes, es mejor hacerlo desde el centro hacia afuera.
Deja que se absorba un poco y si quieres, puedes ponerle una segunda capa de mermelada de tomate.
Tómalo sobre tostaditas de pan. Y un consejo: sabe mejor si lo preparas de un día para otro.
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