Cocina: Cazuela de pescado con guisantes

Este plato no requiere mucha preparación y se hace pronto. Podéis utilizar el tipo de pescado que más os guste o del que podáis disponer, pero debe estar limpio y es preferible que sean lomos no muy gruesos y sin espinas.





Para 2 personas vamos a necesitar:

2 filetes de pescado
200gr de guisantes desgranados crudos
100gr de gambas peladas
1 cebolla pequeña o 1 chalota
1 patata nueva mediana
2 dientes de ajo
1 pimiento de freír
1 hoja de laurel
Perejil picado
2 o 3 cucharadas de harina
Un poco de vino blanco
Aceite de oliva
Agua, sal y pimienta

Las gambas pueden ser frescas o las que venden peladas congeladas. Si son congeladas hay mantenerlas durante un rato a temperatura ambiente. Y los guisantes también, frescos o congelados, pero no de lata. 
Las cebollas tiernas están ahora en temporada y tienen mejor sabor.

Ahora vamos a prepararlo:

Partimos el pescado en trozos como de unos 4 cms, los disponemos en una fuente y los condimentamos con sal, pimienta y perejil picado. Del perejil, que debe ser fresco, aprovechamos los tallos además de las hojas.

Pelamos la cebolla y la picamos. Lo mismo hacemos con el ajo. El pimiento lo limpiamos de semillas y lo partimos fino también. Cubrimos con aceite el fondo de la cazuela y con el ajo, la cebolla y el pimiento hacemos un sofrito a fuego lento. No se debe dorar.

Mientras, podemos lavar y pelar la patata y partirla a lacas pequeñas.

Cuando esté listo el sofrito, echamos en la cazuela los guisantes, la patata  y la hoja de laurel y lo removemos. Le añadimos medio litro de agua, que debe estar caliente, y lo dejamos cocer durante 20 minutos a fuego medio o bajo. Podemos añadirle más agua al final si es necesario. El agua debe estar caliente para que no se interrumpa la cocción.

Ponemos la harina en un plato y enharinamos ligeramente los trozos de pescado por ambos lados. 

Cuando estén tiernos los guisantes y la patata, vamos metiendo el pescado, de forma que quede extendido, que no se monten unos trozos sobre otros, y las gambas. Al minuto le damos la vuelta al pescado. Añadimos un poco de vino blanco y probamos el caldo para rectificar de sal. Cuando el pescado se haga, apartamos la cazuela del fuego y lo servimos antes de que se enfríe.

Hay que tener en cuenta que los guisantes y la patata espesan la salsa y la harina también. Aunque el vino la aclara, si se ve muy densa, la aligeramos con un poquito de agua. 



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