Son unas tartaletas muy buenas. Si no tenéis moldes individuales, podéis utilizar un molde grande de tarta.
A continuación os doy los ingredientes necesarios. Las cantidades dependen del número de tartaletas. Podéis usar masa quebrada de la que se vende hecha. Si preferís hacerla en casa, con esta receta que os doy sale muy buena y es fácil. Saldrán unas 10 tartaletas.
Para la masa quebrada:
1/4 kg de harina
125g de mantequilla fría
100g de azúcar glas
1 yema de huevo
50g de avellanas molidas
Para el relleno:
Canela molida
Dulce de manzana
Almendras crudas peladas
Pasas de corinto sin pepitas
1 huevo
1 cucharada de azúcar
Para preparar la masa, mezclamos la harina con las avellanas molidas y formamos un montoncito. Le abrimos un hueco en el centro y echamos dentro la yema, el azúcar y la mantequilla partida a daditos. La mantequilla tiene que estar fría de la nevera. Mezclamos estos ingredientes con las manos, los amasamos y le damos forma de bola. Ponemos la bola de masa dentro de un cuenco, lo cubrimos con un paño y lo metemos en la nevera durante media hora, al menos.
Entretanto picamos un poco las pasas y las mezclamos con el dulce de manzana. Las almendras van machacadas, sin que lleguen a estar molidas, o fileteadas, como se prefiera.
El horno debe estar caliente cuando vayamos a meter las tartaletas, así que podemos encenderlo ya, a 200º.
Después de sacar la masa de la nevera, la amasamos un poco con las manos, la extendemos con el rodillo y vamos forrando las tartaletas, que antes habremos untado con mantequilla. Yo prefiero ir tomando porciones de la masa, las extiendo una a una y forro los moldes.
Espolvoreamos el fondo de cada tartaleta con canela molida. Y encima echamos el relleno de dulce de manzana y pasas, sin que llegue hasta el borde. Cubrimos la superficie con una capita de almendras.
Por último, batimos el huevo con el azúcar y con una cuchara lo echamos por encima de las almendras. Según la cantidad de tartaletas, se puede añadir más huevo, pero siempre en la proporción de 1 huevo/1 cucharada de azúcar.
Colocamos los moldes en una bandeja de hornear y la metemos en el horno. Bajamos la temperatura a 180º y horneamos las tartaletas de 15 a 20 minutos. El tiempo depende del tipo de horno. El huevo tiene que estar cuajado y dorado. Se sirven una vez que se hayan enfriado del todo.
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